Breve historia del assessment o método de casos (1)
Las primeras aplicaciones del método situacional a la búsqueda de características concretas del comportamiento humano surgen como consecuencia del problema planteado al ejército alemán, durante la Primera Guerra Mundial, que en pocas palabras podría resumirse de esta forma: ¿Qué factores son los que hacen que oficiales de igual graduación y experiencia en el mando de tropas, que hayan recibido un proceso de instrucción técnica y práctica idéntico o muy similar, de la misma edad y condiciones físicas, que comparten iguales valores políticos y creencias, muestren, en el campo de batalla, unos resultados tan distintos en cuanto a motivación y enfoque de sus soldados y, en definitiva, en el éxito final de los objetivos que se les asignan?... No parece que el alto mando militar alemán resolviese este problema satisfactoriamente.
Fueron, sin embargo, los británicos —más específicamente, los responsables del Consejo de Selección de la Oficina de Guerra— quienes, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, abordaron el problema con técnicas más cercanas a lo que hoy consideraríamos un ACM. En su cooperación e intercambio permanentes con los aliados norteamericanos fue, sin embargo, la Oficina de Servicios Estratégicos del Ejército de los Estados Unidos la que primero reconoció la importancia de resolver este problema con éxito; dedicó a tal investigación recursos y atención continuados durante el período de guerra y, posteriormente, traspasó los conocimientos adquiridos a diversos organismos del sistema de seguridad norteamericano. En este lapso, la investigación se centró, sobre todo, en la identificación de características diferenciales de los oficiales militares en su dimensión física y en sus habilidades de tipo técnico; pronto se descubrió, sin embargo, que otros factores como la capacidad de comunicación con los soldados, la integridad y el liderazgo de grupos (expresado en los términos más “militares”) fueron esenciales para el éxito en el terreno y diferentes entre los individuos.
El uso de la metodología situacional fue aplicado en organizaciones alrededor de 1969 y 1970. Trece grandes corporaciones norteamericanas utilizaban ya el ACM, y William Byham, su más conocido especialista práctico, había fundado su compañía especializada en la implantación del método y publicado sus fundamentos en la Harvard Business Review, informando a todos los profesionales el conocimiento existente hasta el momento.
En 1972, AT&T, convencida del poder discriminatorio de la tecnología ACM, hizo analizar a 75.000 de sus empleados en busca de un diagnóstico sobre sus capacidades de dirección. En 1976, 1.000 grandes compañías norteamericanas utilizaban ya de forma habitual el ACM, y en el Reino Unido, organizaciones como ICL, Shell o la Compañía de Correos Británica hicieron uso del mismo.
Estos fueron los comienzos de la aplicación en el ámbito privado; luego se fueron sumando Italia y España. En los ’80, el método cae prácticamente en el olvido, hasta que en 1991 algunas grandes organizaciones retoman la aplicación de estas técnicas, que siguen cobrando auge y utilización cada día más firmes entre los especialistas del área.
Hasta aquí la historia del ACM, según los distintos autores consultados, en relación con la herramienta de diagnóstico del personal.
(1) Fuente: “MARTHA ALLES capital humano” |